La técnica basada en la utilización de adhesivos consiste en aplicar un producto en la rotura que se quiere reparar, para unir sus bordes o suplir la falta de material.
Con el fin de que la reparación efectuada alcance la calidad y la resistencia requeridas, es necesario tener en cuenta factores como la elección del adhesivo, la limpieza, rugosidad y activación de las superficies de trabajo.
Para la elección del adhesivo utilizado en la reparación debe tenerse en cuenta las siguientes condiciones:
Buena adherencia sobre los sustratos
Buena resistencia interna, también denominada cohesión, por la que el material del adhesivo permanece unido
Elasticidad acorde a la pieza a reparar
La limpieza exhaustiva de las superficies es un requisito fundamental en los procesos de reparación mediante adhesivos, pues la adherencia puede verse reducida por la presencia de suciedad, grasas, alquitrán, aceites o cualquier sustancia contaminante.
La rugosidad superficial de los sustratos favorece considerablemente la adherencia, debido al efecto de empotramiento del adhesivo y al aumento de la superficie de contacto. Para conseguir la rugosidad superficial idónea en materiales plásticos debe realizarse un lijado de la superficie con discos abrasivos de grano P50, pudiéndose utilizar también distintas fresas específicas para cada tipo de plástico.
La composición y los procesos de fabricación de determinados plásticos reducen considerablemente la adherencia de los adhesivos, siendo prácticamente nula en los de naturaleza olefínica, como el polipropileno (PP), el polietileno (PE) y sus mezclas y aleaciones. Esto hace necesaria la activación de las superficies en las que se aplique el adhesivo, con el fin de garantizar las condiciones de adherencia exigidas. Para ello, se recurrirá al empleo de una de las técnicas siguientes:
Aplicación de imprimación o promotor de adherencia. Su función principal es actuar como interfase química entre la superficie del sustrato y el adhesivo, favoreciendo considerablemente la adherencia entre ambos.
Flameado superficial. Se trata de realizar pequeñas pasadas sobre la superficie plástica con una llama oxidante, como la de un soplete de fontanero, con las debidas precauciones para no deformar la pieza.
En este tipo de intervenciones se utilizan una serie de productos y materiales específicos, de los que existe una gran variedad en el mercado. Los principales son los siguientes:
Entre los productos de limpieza se emplean, principalmente, disolventes volátiles exentos de grasas, suministrados por los propios fabricantes de los adhesivos, evitándose la utilización de todo tipo de disolventes grasos.
También se puede emplear la acetona, con la excepción de aquellos plásticos que resulten atacados por ésta, como el >ABS<, el >PC<, el >PS< y otros.
Las imprimaciones o promotores de adherencia son productos destinados a la activación de las superficies a reparar, aumentando de esta forma la eficacia de los adhesivos. Siguiendo las instrucciones del fabricante, el adhesivo debe aplicarse en capas finas y en los plásticos que así lo requieran.
Los adhesivos más comunes en la reparación de plásticos son resinas epoxi y poliuretanos bicomponentes, utilizándose también adhesivos acrílicos como material auxiliar en ciertas reparaciones.
Resinas epoxi: Son productos bicomponentes en los que la resina y el catalizador se presentan de forma independiente. Las propiedades finales del producto, así como el tiempo de secado, dependen del catalizador, pudiendo variar su proporción de un 25% a un 50%. El curado se realiza a temperatura ambiente; el proceso puede acelerarse mediante la aplicación de calor.
Poliuretanos: Los destinados a la reparación de plásticos son normalmente productos bicomponentes, formados por el poliuretano y el catalizador. Se suministran en cartuchos de doble cámara independiente, siendo necesario el empleo de pistolas de extrusión adecuadas al tipo de envase.
Adhesivos acrílicos: En la reparación de plásticos destacan los cianoacrilatos, que tienen la capacidad de polimerizarse o endurecerse a temperatura ambiente, sin necesidad de catalizador. Poseen gran versatilidad para el trabajo con diferentes materiales y su empleo resulta muy rápido y cómodo.
Las cargas de refuerzo se emplean para dar mayor resistencia mecánica y rigidez a la reparación. Pueden ser de distinta naturaleza y geometría. Sin embargo, en reparación de plásticos, las cargas más utilizadas son las de vidrio, en sus distintas estructuras, ya que tienen muy buenas propiedades mecánicas, soportan variaciones de temperatura y humedad, no resultan alteradas por agentes químicos y son compatibles con materiales orgánicos, adhesivos, resinas, etc.
El resultado final de toda reparación mediante el empleo de adhesivos dependerá, además de la correcta elección de los productos empleados, de la técnica a seguir. Si bien ésta dependerá, a su vez, del tipo de material y daño a reparar, es posible establecer un método general de trabajo, con los pasos que se indican a continuación:
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